La Helicobacter pylori es una bacteria que coloniza el estómago y el duodeno de aproximadamente el 50% de la población mundial. Esta bacteria es la responsable de la infección bacteriana crónica más común en seres humanos, pudiendo provocar gastritis atrófica, úlceras peptídicas, linfoma gástrico y cáncer de estómago. El modo de contagio aún no se conoce al 100%. Es posible que se trasmita por el agua, alimentos o por transmisión de una persona a otra. Se ha demostrado que también gatos domésticos, ovejas y otros primates se infectan por este tipo de bacteria, lo que nos podría sugerir otra forma de transmisión. Parece habitual que la infección se produzca en la infancia y que las patologías, de desarrollarse, lo hagan más frecuentemente en la fase adulta. Pero, ¿Cómo podría el ajo ayudarnos frente al Helicobacter pylori?
¿Cómo infecta el Helicobacter pylori?
El estómago tiene un mecanismo de defensa frente a los microorganismos que podemos ingerir con los alimentos, el ácido (pH < 4). La acidez del estómago impide el crecimiento bacteriano, salvo en el caso del Helicobacter pylori. Esta bacteria es capaz de sobrevivir en este ambiente, movilizarse y fijarse en áreas del estómago donde sobrevive y se multiplica, el epitelio gástrico. En estas circunstancias, en la mayoría de las personas se establece un delicado equilibrio entre la bacteria y los mecanismos defensivos del huésped. Este equilibrio puede persistir, manifestándose en la forma más frecuente de la infección por Helicobacter pylori, una gastritis crónica generalmente asintomática. En cambio, en algunas personas, este equilibrio se rompe, produciéndose una gran multiplicación de la bacteria con el consiguiente aumento del daño sobre la mucosa gástrica. Las complicaciones de estas infecciones son las que nos explican cómo puede una bacteria provocar cáncer.
Helicobacter pylori y cáncer.
La Helicobacter pylori fue clasificada por la Oficina Internacional de Investigación del Cáncer como agente carcinogénico. La relación entre Helicobacter pylori y el cáncer gástrico generó debate durante años, pero existen evidencias que demuestran cómo puede esta bacteria provocar cáncer. Hoy día, se acepta al Helicobacter pylori como causante del cáncer de estómago y del linfoma gástrico de tejido linfoide. Se estima que aproximadamente, un 3% de los pacientes infectados por Helicobacter pylori terminarán desarrollando cáncer gástrico, y se ha comprobado que eliminando la infección, se disminuye el riesgo de padecer cáncer gástrico en aquellos pacientes que aún no presentan lesiones precancerosas. Esto, pone de manifiesto que las infecciones por Helicobacter pylori en sus primeras fases, pueden tener un notable efecto sobre el posible desarrollo posterior del cáncer gástrico(1). Por tanto, una terapia efectiva anti-Helicobacter pylori puede prevenir estos tipos de cáncer.
¿Cómo podemos tratar la infección por Helicobacter pylori?
El cáncer gástrico es el cuarto cáncer más común en todo el mundo y el segundo que más muertes provoca. Actualmente, ya existen diversos tratamientos para intentar acabar con esta bacteria. Los factores principales que condicionan el éxito de un tratamiento son: la duración del tratamiento, las resistencias microbianas y el grado de cumplimentación por parte del paciente.
- En relación a la duración del tratamiento, la mayoría tienen un mínimo de 7 días y se prolongan hasta los 10 o 14 días de tratamiento dependiendo de la terapia.
- El cumplimiento del paciente suele ser complejo, porque las terapias combinan dos o tres antibióticos y un protector gástrico, es decir, tres o cuatro fármacos para tomar de dos a tres veces al día. Y con todo esto, las tasas de éxito no suelen superan el 90 %.
- El principal problema son las reinfecciones tras los tratamientos, y que además, se observan resistencias a los antibióticos por parte del microorganismo(2). Por ello, un objetivo de las autoridades sanitarias, es definir nuevas terapias que logren alcanzar tasas de erradicación superiores y seguras.
Las preguntas de la comunidad médica con concretas: ¿Es necesario incrementar el número de fármacos para conseguir eliminar con mayor eficacia la Helicobacter pylori?, ¿Cómo pueden resolverse la generación de resistencias antibióticas?, ¿podría el ajo u otras sustancias de origen natural ayudarnos frente al Helicobacter pylori ?
Ajo y Helicobacter pylori
En la búsqueda de terapias o tratamientos novedosos, en los que la Helicobacter pylori no haya mostrado resistencias, encontramos diferentes fuentes naturales con actividad antibacteriana. Una de las más estudiadas es el ajo, del cual, se ha descrito como la Alicina y otros compuestos organosulfurados, son capaces de inhibir el crecimiento del Helicobacter pylori.
Diversos estudios han mostrado que incluir en la dieta algunas plantas o sustancias naturales podría prevenir o reducir las infecciones por Helicobacter pylori. En el caso del ajo, como ya nos tiene acostumbrada la literatura científica, hay estudios para todos los gustos. Un estudio realizado en Turquía a 81 personas, pone de manifiesto que el consumo de ajo no tiene un efecto relevante en la prevención del cáncer gástrico. En el diseño de este estudio no se diferenciaba entre el consumo de ajo crudo o cocinado(3). En cambio, un estudio publicado en 2019, muestra una relación directa entre el consumo crudo de plantas del género Allium como el ajo, puerro y cebolla, con una menor incidencia en el desarrollo de cáncer gástrico y colorrectal en una amplia región de China, habiendo sometido a estudio una población diana de 41 millones de personas durante 3 años.
Tiosulfinatos alil-sustituidos: la clave.
No todos los compuestos organosulfurados del ajo han mostrado capacidad frente al Helicobacter pylori, solo aquellos trabajos realizados con derivados del ajo que contenían Alicina y tiosulfinatos alil-sustituidos,han mostrado estas propiedades antibióticas(4).
Donde esta el pero??
El inconveniente de estos compuestos, es que solo podemos encontrarlos naturalmente en el ajo crudo machacado o triturado, ya que dada su inestabilidad, se transforma en otros compuestos fácilmente. Por ello, es necesario consumir el ajo crudo rompiendo sus células, o tomando suplementos que garanticen la presencia de Alicina y estos compuestos bioactivos de forma estable y equilibrada en sus proporciones(5) naturales.
Como se consigue?
Tecnológicamente, solo mediante la extracción y liofilización, se consigue estabilizar la Alicina y aquellos compuestos presentes en el ajo crudo, por largos periodos de tiempo que hacen factible una comercialización estandarizada y segura. Esta es la forma en la que el ajo puede ayudarnos frente al Helicobacter pylori.
La prevención es la clave
Después de conocer cómo puede una bacteria provocar cáncer, tras haber dejado de manifiesto que la eliminación de la infección por Helicobacter pylori, es una herramienta clave para impedir el desarrollo de patologías severas a nivel gástrico.
Que podemos hacer?
Es razonable atender las recomendaciones desde el Kaplan Medical Center de Israel, sobre el empleo de dietas preventivas en las que se incluyan fitoquímicos naturales tales como: cúrcuma, jengibre, el lentisco, arándanos y como no, el ajo tan propio de nuestra saludable dieta mediterránea. Estas acciones, pueden ser el camino a seguir para disminuir las posibilidades de generar resistencias antibióticas por el empleo masivo de éstos, además de conseguir erradicaciones o no proliferaciones de infecciones por Helicobacter pylori, que son capaces de generar patologías gástricas de carácter grave , así como una forma de evitar sobrecostes en nuestros sistema de salud. ¨Que nuestra medicina sea nuestro alimento¨.
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La Alicina y otros tiosulfinatos son los compuestos que dan al ajo la mayor parte de sus propiedades saludables y terapéuticas. La única forma de aprovechar al máximo las propiedades del ajo es comerlo crudo, triturado y en el mismo momento preferiblemente.
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En Alycin®, sabemos cómo podría el ajo ayudarnos frente al Helicobacter pylori, y empleamosAlibén® combinado magistralmente con una cantidad de vitaminas y minerales para, además de aportarte una dosis equivalente a 5gr de ajo crudo, intentar mantener a raya la presencia o el crecimiento del Helicobacter pylori, darte todo lo necesario para reforzar y ayudarte al correcto funcionamiento de tu sistema inmunológico.
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Luis Antonio Gómez Fernández
Doctor en Ingeniería Química.
Departamento de Ingeniería Química de la Facultad de Ciencias Químicas. Ciudad Real.
Imanol Rodrigo Quintanar
Graduado en Biotecnología y Máster en Biomedicina Experimental
Investigador predoctoral en la Unidad de Investigación Traslacional
Hospital General Universitario de Ciudad Real
1. Uemura N, Okamoto S, Yamamoto S, Matsumura N, Yamaguchi S, Yamakido M, et al. Helicobacter pylori infection and the development of gastric cancer. N Engl J Med. 13 de septiembre de 2001;345(11):784-9.
2. Hu Y, Zhu Y, Lu N-H. Recent progress in Helicobacter pylori treatment. Chin Med J (Engl). 5 de febrero de 2020;133(3):335-43.
3. Salih BA, Abasiyanik FM. Does regular garlic intake affect the prevalence of Helicobacter pylori in asymptomatic subjects? Saudi Med J. agosto de 2003;24(8):842-5.
4. Cañizares P, Gracia I, Gómez LA, Martín de Argila C, Boixeda D, García A, et al. Allyl-thiosulfinates, the bacteriostatic compounds of garlic against Helicobacter pylori. Biotechnol Prog. febrero de 2004;20(1):397-401.
5. Cañizares P, Gracia I, Gómez LA, Argila CM de, Rafael L de, García A. Optimization of Allium sativum Solvent Extraction for the Inhibition of in Vitro Growth of Helicobacter Pylori. Biotechnology Progress. 2002;18(6):1227-32.
6. Tang H-R, Fan Y-J, Liu S. [Helicobacter pylori infection and associated risk factors in Chengdu]. Sichuan Da Xue Xue Bao Yi Xue Ban. septiembre de 2014;45(5):823-6.
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